ZHENG HE, EL HECHIZO DE LA TRAVESÍA

Gres Los griegos crearon cientos de ciudades en todo el mundo, algunas tan importantes como Atenas y Corinto. El responsable de crear estos nuevos hogares sería el oicistes, quien fundaría la ciudad en la distancia. De estos viajes de conquista surgió una forma literaria llamada Periplo, que narraba las aventuras y desventuras de estos viajes. En consecuencia, surgió un género literario para describir los viajes de regreso a casa: el Nostos. En esta serie sobre viajeros más o menos conocidos, que defino con una cita de Carl Sagan, disfruto del poder evocador de la distancia espacial, pero sobre todo temporal, para crear una familia de exploradores, geógrafos, aventureros y espías que, por tierra, mar y aire, han llegado a los confines de la tierra por razones muy diversas, como la curiosidad, la ambición, la soledad o la venganza. La conexión más común entre los seres humanos a lo largo de la historia es el descubrimiento. No es demasiado difícil obtener fotografías decentes de algunos de los aventureros más famosos, como T.E. Lawrence o Amelia Earhart, y a partir de ellos, diseñar un personaje con su temperamento. Otros, como Pedro Páez, Marco Polo o Estragón, representan un desafío, y esta serie busca despertarlos. La documentación es enorme —textos escritos por ellos o sobre ellos, reportajes periodísticos, material audiovisual, museos y fundaciones—, pero mi reto es representar a la humanidad en general sin recurrir a excepciones individuales, y el arte que se centra en eso es el que sobrevive.