Paul Bik tiene su estudio en Milán. Trabajando principalmente con madera, cartón, resina, yeso y pintura y herramientas tradicionales, equilibra esculturas y pinturas. La búsqueda de la armonía en las formas, los tamaños y la yuxtaposición de los elementos refleja su enfoque perfeccionista de los detalles, aunque los toques finales son siempre extrovertidos, imperfectos y llamativos. La precisión matemática se ve distorsionada por la expresión intuitiva: acento colorido, capa desigual de pintura o simetría desequilibrada. El elemento del caos resalta la belleza orgánica imposible de encontrar en formas completamente geométricas.